Tres vías complementarias de autoconocimiento
Un camino de sanación a través del arte,
la filosofía y la psicoterapia profunda
Un proceso donde oriente y occidente se complementan en entre lo personal
y lo trascendente entre lo evidente y lo oculto.
Filosofía védica
“El conocimiento elimina el sufrimiento, pues al comprender la naturaleza ilusoria del mundo, el hombre sabio vive en paz y felicidad.”
Yogavāsiṣṭha
El conocimiento filosófico, o Sanatan Dharma, nos permite comprender la naturaleza de nuestro ser y la transitoriedad de todo lo que existe. Comprender esto nos ayuda a enfrentar los desafíos con ecuanimidad.
Reflexionar sobre nuestra naturaleza profunda puede ayudarnos a encontrar significado y dirección en nuestras vidas. Esto nos conduce a un grado de satisfacción interna que puede constituir una auténtica felicidad, ya que no depende de factores externos. Nos libera de deseos insatisfechos y nos ayuda a vivir en el presente.
Las tradiciones sapienciales y la psicoterapia profunda apuntan hacia beneficios como los siguientes:
- Priorizar el aprendizaje y la reflexión para comprendernos mejor.
- Practicar la moderación y el enfoque en nuestras acciones diarias.
- Desarrollar una perspectiva más profunda y serena frente a los desafíos.
- Vivir con propósito y significado, lo cual naturalmente trae paz.


Psicoterapia profunda
“Cuando se conoce el Atman (el Ser), todo lo demás queda conocido.”
Mundaka Upanishad (2.2.9)
Muchos problemas psicológicos derivan de una identificación rígida con la narrativa que construimos sobre nosotros mismos.
Enfoques como el psicoanálisis o la terapia humanista, abordan el autoconocimiento como el medio para comprender patrones subconscientes, emociones reprimidas o dinámicas interpersonales que nos afectan. La psicoterapia se basa en indagar en torno a nuestra experiencia interna para reconocer esos lugares en donde la vida nos ha impactado y para poder resignificarlos y así liberarnos del dolor que haya quedado impreso.
Desde la perspectiva filosófica, el conocimiento del Atman (el Ser) es presentado como la raíz desde donde todo conocimiento se organiza y cobra sentido. Sus planteamientos nos invitan a ir más allá de una identidad limitada y reconocer nuestra esencia más profunda; una indagación honesta en estas cuestiones puede llevar a una sensación de libertad y conexión con toda la existencia, esto también ocurre cuando los pacientes logran integrar sus partes internas en terapia.
La psicoterapia y la filosofía védica se complementan porque entre ambas abarcamos el recorrido completo de lo individual personal a lo trascendente, ambos enfoques nos dan claridad y perspectiva sobre nuestras experiencias internas y externas, y nos permiten comprender la conexión entre muchas de ellas, así como la relación con nosotros mismos y con el entorno. La filosofía nos señala el recorrido desde lo más esencial a lo personal, de adentro a fuera, y la psicoterapia nos ayuda a recorrer nuestro propio sendero desde lo más personal a lo esencial (de afuera a adentro).
Arteterapia
“La paz y la felicidad son tu naturaleza. No provienen de algo externo. Cuando reconoces tu naturaleza esencial, todo lo que haces se convierte en una expresión de esa paz.”
Śri RamanamaharŚi
Desde la perspectiva védica, la creatividad y el arte pueden verse como expresiones de la conexión con nuestro ser esencial (Atman). Cualquier persona que conozca los procesos creativos puede experimentar que la verdadera creatividad surge cuando la mente se calma y se conecta con esa inasible fuente interior.
La arteterapia facilita esta conexión al crear espacios de paz y libertad interior, pero la diferencia con un ejercicio meramente artístico radica en la intención. Cuando nuestra capacidad creativa se pone al servicio con una intención sanadora, el camino del autoconocimiento se convierte naturalmente en un camino de crecimiento. Eso es lo que entendemos como arterapia.
El arte, desde la perspectiva del Sanātana Dharma, se vincula con la conexión espiritual y el autoconocimiento. La creación artística puede considerarse una forma de meditación activa, un proceso de dhyāna (concentración) que permite la expresión de contenidos psíquicos profundos y, al mismo tiempo, calma la mente y facilita el acceso al ātman (Ser).
En este contexto, la arteterapia actúa como una interfaz en la que convergen el método hermenéutico de la psicoterapia profunda, el enfoque empírico de la psicología contemporánea y las prácticas espirituales del Sanātana Dharma, dando lugar a una complementariedad profundamente integradora, ya que:
- Por un lado, facilita la expresión de cargas emocionales y su exploración simbólica, lo que permite una interpretación más profunda de sus contenidos.
- Por otro, genera cambios emocionales y cognitivos de manera concreta, al tiempo que fomenta el crecimiento espiritual, pues ayuda al individuo a trascender el ego y conectar con una experiencia más profunda de sí mismo.
- Además, proporciona conceptos que permiten resignificar experiencias, dotarlas de sentido y concebir propósitos más elevados.
De este modo, la arteterapia no solo unifica ambas perspectivas, sino que también ofrece una práctica integradora que aborda al ser humano en su totalidad: mente consciente e inconsciente, bienestar emocional y reconocimiento del ser trascendente.

Psique Yoga
Psicología, Arte y Filosofía para el Autoconocimiento